El atacante de Bayern Múnich jugará su segunda final consecutiva de Champions League. El año pasado la perdió en casa frente al Chelsea de Inglaterra.
Müller es un delantero completo, ninguna posición en el campo se le hace ajena. Empezó como centro-campista pero el olfato de gol lo llevo a desempeñarse mejor en el área rival. Es así que el joven-adulto alemán cuenta el tiempo posible para su revancha en la Champions League.
Foto: UEFA.com
Es personal, porque el año pasado, en casa, el Chelsea se llevaría el mejor premio de Europa. Arrebatándola de su propia tierra, el trofeo que todo club del viejo continente sueña con tener. El canterano del Bayern de Múnich se inició jugando como enganche o por la derecha, luego con el rodar de los partidos se acomodó en el área contraria, siendo un delantero neto. Delantero central en su club y delantero por fuera en la selección alemana. Cualidades le sobran, su juego aéreo es sorprendente y en el momento de la definición con el balón, ni hablar. Él si es de asegurar con fuertes disparos las oportunidades que se le presenta. No se adorna mucho al momento de definir. Sorprende a cada rival con su potencia y la verticalidad que da a su equipo en el juego.
Es germano y tiene 23 años de edad, lleva 8 goles en esta competencia y sale en busca de su primera orejona frente al Borussia. Thomas se inició en el fútbol en el TSV Pahl. Luego a sus once años de edad integró las divisiones menores del Bayern de Munich. Desde ese momento no se ha movido a ningún lugar. En el año 2008 hizo su debut con la filial del Bayern. En el 2009 jugó su primer partido en la Liga de Campeones enfrentando al Sporting de Lisboa (7-1). Él debutó marcando el séptimo gol del partido. En ese momento nadie sabía quién era él. Por las venas de Müller corre sangre de revancha, revancha de ganar su primera Champions League. Y no hay dudas que habrá Thomas para más rato.
Texto: Manuel Llerena
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